Cuando quiero algo me lo pido a mí misma
“Yo, cuando quiero algo me lo pido a mí misma”. Estas son las sabias palabras de la abuela Margarita, una anciana indígena guardiana de la tradición maya que a través de esta hermosa frase nos quiere regalar un gran don: el de reconocer “que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.”, asegura con firmeza con su voz rotunda y tranquila.
Y es que aún no nos reconocemos como quienes somos, aún no entendemos que dentro de nosotros está encerrado el mismísimo universo. Siempre estamos en la incansable búsqueda de uno mismo pero seguimos mirando hacia fuera… “Todo lo que necesitas está dentro de ti” hemos oído decir mil veces y nos dedicamos entonces a meditar, a practicar yoga, a hacer Reiki, a experimentar en definitiva cualquier técnica que nos permita llegar de alguna manera a ese interior que con tantos tesoros nos está esperando.
Y sin embargo, cuando la vida nos manda grandes pruebas nos preguntamos una y otra vez ¿por qué?, ¿por qué el universo no ha confabulado para ponerse de mi lado como me habían prometido?, ¿por qué mis maestros me obligan a pasar por este sufrimiento?, ¿por qué no dejan de enviarme tanto aprendizaje?. En este proceso, llegamos incluso a enfadarnos y a renegar de nuestro camino espiritual que por momentos parece falto de apoyo.
Pero ¿qué sucedería si cambiásemos la manera de formular esa pregunta?. Quizás sería mucho mejor que entendiéramos que cada línea de acontecimientos está generada por nosotros mismos. Soy yo quien decido a un nivel superior cuál es mi destino y lo voy modificando en la medida que tomo cada una de mis decisiones. Soy yo quien decido cuál es mi aprendizaje y las pruebas que necesito para que éste tenga lugar.
“Todo está dentro de uno mismo. La riqueza y la pobreza habitan en la mente humana. Uno es el forjador de su propio destino y aunque digan que todo está escrito, uno tan solo con una decisión puede cambiarlo todo. He descubierto que “yo soy la luz y la luz habita en mí”, que es lo mismo a decir “yo soy la oscuridad y la oscuridad habita en mí” porque soy yo quien decido que en mi vida haya luz o exista oscuridad. He descubierto que por más mensajes que uno reciba, que por más oraciones que uno diga, todo está en uno y uno es quien elige el camino y uno elige lo que uno quiere.”
Francisco Guayasamín
Entonces pregúntate ¿por qué?, no es fuera donde se halla la respuesta sino en tu propia mente y tu propio corazón. Entiende que con cada pequeña elección estás cambiando la línea argumental de tu vida, no hay nada escrito, tú decides. ¿Por qué te sucede lo que te sucede?. Nadie más que tú puede saberlo. No hay maestros a quién regañar, ni universo contra el que luchar. ¿Es que todavía no sabes que tú eres tu gran maestro?.Como dice la canción de Chambao:
“Al que pide se le da, si sabe lo que pide y cómo llamar”
Si lo que la vida te trae no te gusta, mira entonces dentro de ti, puede que la mente siga engañándote, creando trampas para que permanezcas lejos de tu esencia. En ese caso, búscala.
Puede que ya lleves mucho camino recorrido, pero todavía haya alguna parte de tu poder que sigas entregando fuera. En ese caso, recupéralo.
Puedes que necesites algo de ayuda que arroje un poco de claridad para comprender las turbulentas situaciones que te persiguen. En ese caso, pídela.
Pero siempre, siempre, recuerda que eres tú quien maneja las riendas. No mires a otro lado. Eres capaz de lo más grande pero a veces para llegar hasta allí hay que explorar primero otras zonas más oscuras, aun así, esas zonas también forman parte de ti así que recuerda quién eres y… si necesitas algo, pídelo a ti mism@.
Texto: Helena Bejarano
Imagen cortesía de Belén Martín
Etiqueta:abuela Margarita, chamanismo hawaiano, crecimiento personal, magia